La magia del amor agrio.
- Agni Gómez Soto
- 24 sept 2020
- 2 Min. de lectura

De lo mucho que hablo sobre Magia y Ocultismo, en realidad no es ni siquiera la superficie de lo que sé y de lo que puedo hacer; mucho menos de lo que otros practicantes pueden y están dispuestos a hacer, o lo que un cliente puede llegar a pedirte, y creo que el tema más recurrente es el amor.
Comienza con un adoctrinamiento básico que nos da la sociedad sobre cómo debe ser el amor, sobre cómo debemos ser amados y, cínicamente, nos muestra cómo debemos amar para que dicho amor sea válido.
Las peticiones de amarres, de castración mágica, las preguntas incesante sobre lo que piensa, hace y dice la pareja, actual o pasada, son innumerables. No solo eso, sino que a los clientes se les ocurren las cosas más terroríficas para dominar, no solo los afectos, sino también la mente y la voluntad del que llaman "amado".
La magia del amor, me parece a mí una, sino la más, peligrosa de todas. Amor, control, desprecio, apego, venganza... son de los ingredientes más volátiles con los que se pueda trabajar, y que generan mezclas explosivas que probablemente se le saldrán de las manos al cliente, quien pide el trabajo, y al practicante, que lo realiza.
Lastimosamente la Magia del amor es la que más atrae a los incautos, a los principiantes y la que más lucra a los inescrupulosos, que muchas veces ni siquiera hacen lo que los clientes han pedido. Esta Magia del amor a la que me refiero no debe ser confundida con la Magia Amatoria (Magia Roja), o con la Magia Sexual (Tántrica), las tres son diferentes en principio y finalidad.
En el folklore podemos encontrar infinidad de referentes a la Magia del amor y sus catastróficas consecuencias, junto con sus poquísimos aciertos pero, ¿qué puede imponerse entre un corazón que desea entregarse ante la indiferencia del bienamado? El ruiseñor que perfora su pecho para alimentar a la rosa más roja, ve desperdiciado su sacrificio cuando la pretendida rechaza al pretendiente, y la rosa es tirada a la calle sin conocer su historia, ni vivir la vida que el ruiseñor le ha entregado.
Más o menos así son las cosas cuando nos involucramos con la Magia del amor, ya sea como cliente o como practicante. La satisfacción de compartir el amor será siempre esquiva para el corazón secuestrado y para aquel que ha construido una cárcel para el corazón.
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