MAGIA

¿Qué puede hacer la Magia? Todo. ¿Dónde puedo encontrar la MAGIA? En todas partes. ¿Existen las brujas? En todos lados.

Auras, cartas del Tarot, cuadros Astrológicos, experimentos Alquímicos y Filosóficos, Curiosidad Infinita, Empatía Infinita, Fé Infinita, Confianza Infinita. Creo que estos serían, si los hubiera, los ingredientes perfectos que tendría el practicante perfecto.

Claro está, que el practicante perfecto está expuesto a las influencias externas, las películas de terror con monjas y niñas poseídas, Curas que hacen exorcismos fallidos. Los millares de páginas que comparte la Clavícula de Salomón en PDF para cualquier invocador de demonios; Aleister Crowley y su “haz lo que quieras” y las canciones de Heavy Metal que no te dejan escuchar en casa.

Todo eso pinta una imagen muy rara de la MAGIA, de la brujería y de su práctica; una vez, en esa época dorada en la que podíamos salir de casa y “parchar”, teniendo una conversación con un grupo mixto de amigos y conocidos dije algo como: <<bueno pues yo soy bruja y por eso…>>. Recuerdo que uno de los conocidos abrió muchísimo los ojos y me preguntó <<¿uno puede ir por ahí diciendo que es bruja? ¿No hay que mantener eso en secreto?>> Yo me reí, me reí muchísimo, y aún me río de esta anécdota. Esa noche leí el Aura de todos los que andábamos juntos y les expliqué que algunas brujas prefieren estar “fuera”, como yo, y otras “dentro” del armario de la escoba.

Aún hay mucho tabú al respecto, pero creo que las que andamos por ahí deshaciendo los nudos de vergüenza e ignorancia que ciertas instituciones, como la iglesia católica y cristiana, nos han amarrado, hacemos caminito para que otras también salgan. A mis estudiantes les llamo Bruxes [Brulles’], porque al estudiar el pasado y el presente de la práctica mágica nos ha tocado decolonizarla, despatriarquizarla, y encontrar la magia más pura y verdadera en los lugares más interseccionales e insospechados; herencias, poderes, saberes, anécdotas. Lastimosamente, la vida y la MAGIA me han demostrado que el camino fácil nunca es el correcto, pero eso no significa que yo misma tenga que hacerme el camino difícil.

Cuando, después de varios años de personas pidiéndome que les “enseñe” magia, me decidí a hacer un taller y quedé sorprendida de todo lo que traigo para enseñar, para compartir, para desplegar, ¿no es éso, en sí mismo, algo Mágico?

Lo más importante que quisiera que mis pupiles y otras personas entendieran es que la magia no es una herramienta, que poco a poco uno es quien se va volviendo una herramienta de la MAGIA. y que, para continuar creciendo y aprendiendo, cada vez hay que confiar más en ese mundo invisible, ese mundo de la MAGIA.