Kitchen de Banana Yoshimoto
- Agni Gómez Soto
- 4 ago 2020
- 6 Min. de lectura

Generalidades de la novela.
Banana Yoshimoto es una autora Japonesa, nacida en 1964 en Tokio y Kitchen es su primera novela con la cual ganó el Newcomer Writers Prize en 1987 cuando aún estudiaba literatura en la universidad de Tokio.
---SINOPSIS
Casi todas las ediciones de Kitchen vienen acompañadas de una Novella corta llamada Moonlight Shadow.
Kitchen, como tal, cuenta con dos partes: Kitchen y Luna llena, en las que se desarrolla la historia.
Tanto Kitchen como Moonlight Shadow tienen un narrador en primera persona muy pero muy bien desarrollado, ya que en ambas historias no nos alejamos nunca del mundo interno del personaje principal podemos, llegar a conocer a los personajes que les rodean de forma bastante profunda.
En Kitchen, Mikage, el personaje principal, hace unas reflexiones muy profundas, bellamente descritas por Yoshimoto, sobre la mortalidad y la soledad como los hilos que atraviesan al ser humano y lo mueven a actuar. La pérdida es el hecho que hace despertar estos sentimientos en Mikage y, a través de la perdia, es que genera todas estas reflexiones.
En Moonlight Shadow tenemos una motivación similar aunque en esta corta novella la trama gira mucho más en torno a los mecanismos con los cuales afrontamos la muerte, la mortalidad y la pérdida como tal.
Como tema secundario en Kitchen tenemos la familia, la red que creamos a nuestro alrededor y que nos sostiene en tiempos de dificultad. Tras perder a su abuela, su único familiar vivo, Mikage es “adoptada” por la familia Tanabe compuesta únicamente por Yuichi, el hijo de la misma edad de Mikage, y su madre Eriko. El posible amor entre Mikage y Yuichi se desarrolla como una posibilidad lejana pues Yoshimoto le da mucha más importancia a la recuperación emocional, tanto de Mikage como de Yuichi, haciendo un énfasis sutil pero determinante entre lo que queremos en determinadas ocasiones y el darnos cuenta de lo que verdaderamente necesitamos, tanto para nuestro bienestar como para el bienestar de aquellos que decimos querer.
En Kitchen, Yoshimoto utiliza los recursos de la elipse y los sueños para contarnos muchos detalles, la narración lineal la lleva muy bien y nunca nos hacen falta, pero cuando nos otorga estos ápices de recuerdos y simbologías oníricas de los personajes, nos hacemos una idea mucho más amplia del mundo interno de los mismos. Por ejemplo, en la primera parte del libro Mikage tiene un sueño en el que limpia la cocina de su antigua casa y en la segunda parte del libro, efectivamente, limpia la cocina de la casa de los Tanabe que, para ese momento, ya es su antigua casa. En ambos casos el limpiar la cocina simboliza un cierre en su vida, un cambio que parece transformarla completamente. A través de los recuerdos, por otro lado, Yoshimoto nos permite conocer a los personajes secundarios en sus interacciones con Mikage, son narraciones anecdóticas cortas pero están tan bien desarrolladas y tan bien expuestas en la historia que nos permiten sentir que realmente conocemos estos personajes.
En Moonlight Shadow la narración lineal es completamente acertada, aquí los recuerdos no son medios para conocer a los personajes sino que son puertas para ahondar en el interior del personaje principal, en su mente y sus sentimientos.
El desarrollo de Mikage es bastante profundo, va del pasado antes de la muerte de suabuela, hecho que la deja devastada; todo su periodo de luto o duelo y cómo, poco a poco, sale del mismo con el apoyo sincero de su familia “adoptiva” y se va reinventando a sí misma, reconstruyéndose para finalmente entender que esa transformación puede ser comprendida y hasta compartida por otro y con otro.
En Moonlight Shadow aunque es bastante corta, logramos percibir el impacto de los acontecimientos en todos los personajes, un logro que es de aplaudir, y el desarrollo del personaje es asombroso ya que, a través de un lenguaje sencillo que logra producir atmósferas hermosas que atrapan y transmiten los sentimientos de los personajes.
Yuichi, el personaje secundario en Kitchen, también tiene un cambio bastante visible y profundo, es un personaje entrañable, quien pasa de ser el tipo de persona que pone a los otros primero que a sí mismo, y que usa esta misma técnica como una forma para mantenerse alejado emocionalmente de quienes le rodean, a convertirse en una persona que se da cuenta que él mismo necesita de los demás para sobrevivir en este mundo. Realmente un personaje hermoso.
En Kitchen, Yoshimoto explora los sentimientos más confusos del corazón humano, tales como la pérdida, el anhelo, el amor y la amistad y expone muy bien la dificultad que tenemos para distinguir entre algunos de ellos y cómo, el devenir de la vida, los hacen aún más complejos. El libro es un viaje a través de estos sentimientos, que en ningún momento dejan de ser complejos, pero con los cuales los personajes aprenden a lidiar uno por uno.
En Moonlight Shadow, por otro lado, se exploran más a fondo las formas en que lidiamos con los sentimientos que los sentimientos en sí mismos aunque sin dejarlos de lado. Aquí, Yoshimoto nos presenta una narración más ligera pues el mismo personaje se esmera por avanzar en su propia historia, que comienza en unas tinieblas en las cuales no sabe en qué dirección moverse, aunque continúa moviéndose y, finalmente, descubre poco a poco la luz que, desde dentro de sí misma, la guía hacia adelante.
En general amé el libro, mi único remordimiento es que la traducción de Kitchen no sea mejor. Realmente no sé cual es el problema pero, desde hace mucho me pasa con algunos libros traducidos, en especial traducciones españolas, en los que el lenguaje parece escueto y pobre, lo que me entristece y molesta muchísimo porque, por ejemplo, Moonlight Shadow tiene una traducción muy bella, muy fluida, creo que el lenguaje definitivamente fue mucho más cuidado y logró crear las atmósferas que la autora buscaba.
Algo que me pareció muy particular del libro es la diferencia simbólica entre las estaciones en que se desarrollan las historias. Por ejemplo Kitchen se desarrolla especialmente en Invierno y Verano, que son dos estaciones que, simbólicamente, se relacionan con la muerte, con el clímax de la vida que luego comienza a decaer. En cambio Moonlight Shadow se desarrolla en Primavera que es, obviamente, el renacimiento y el inicio de la vida.
Otra cosa que me parece extremadamente interesante y que supongo que la autora explorará más en otras obras, pues recordemos que ésta fue su primera novela en 1987, es Eriko.
Personalmente, consumo mucho entretenimiento japonés y en muchas ocasiones hay un personaje de identidad de género no definida o ambigua o no tradicional, en Kitchen se mencionan algunos de estos personajes pero Eriko es uno de los personajes secundarios más importantes. Hay una parte del libro en el que ella escribe una carta a su hijo, Yuichi, en la que finalmente se identifica como mujer -hasta ese momento Eriko siempre decía que era un hombre que simplemente se había hecho varias cirugías para parecer una mujer y hacer un papel, un rol, frente a los demás. En esta carta Eriko expresa sus propias ideas sobre su identidad, sobre lo que significa ser una mujer y lo que significa ser una mujer “bella” en la sociedad -en especial en la sociedad japonesa-, lo que significa para ella sentirse objetualizada y dice: “Hay que pagar un tributo por ser bella”. Es una anotación fuerte viniendo de ella que siempre creyó tener un “yo masculino” dentro de ese rol, pero, al final dice: “soy mujer en cuerpo y alma. Soy realmente tu madre.” Me parece que es un gran personaje que, aunque no lo conocemos tan a fondo como a Mikage y a Yuichi, de todas formas nos deja con mucho y que se sale incluso del rol tradicional que tienen personajes similares en el entretenimiento japonés, que es el de la comedia. Siento que realmente hay una primera exploración, o un guiño que más bien espero que Yoshimoto haya continuado explorando, sobre la feminidad y la performatividad del género.
Finalmente la razón por la que quise leer este libro es porque me llamó la atención la sinopsis en conjunción con la portada, definitivamente quería saber qué significaba la cocina en esta historia. La otra razón, bueno es porque me gusta mucho la literatura japonesa, y realmente nunca había leído a una autora japonesa a parte de Sei Shonagon (aunque ella no escribió una novela pero, vale) y las mangakas que me encantan, pero nunca había leído una novela escrita por una mujer japonesa y la verdad quedé bastante feliz. Creo que tengo otra novela de ella que también compré en la FILBO 2019 y la leeré más adelante.
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