1526 caracteres sobre escribir.

Hay cosas que han sido parte de mi vida desde la infancia, tal vez incluso desde antes. La literatura y el estudio del ocultismo han sido dos de ellas.

Leer para mi es un placer inigualable; sumergirme en las historias y los personajes, poner a funcionar mi imaginación al 1000% trayendo al frente cada detalle, cada textura y olor descritos entre las páginas.

Cuando descubrí la escritura, siendo muy niña ya, fue descubrir otro inmenso placer, deleitándome en mi propia imaginación, haciendo que sucedieran cosa magníficas, inigualables e impresionantes al crear mundos nuevos y con nuevas disyuntivas para los personajes. En realidad creo que amo y encuentro placer en cada ejercicio de creación sin importar el medio en que lo realice.

Muchas de mis historias, por ejemplo, han nacido de sueños extremadamente vívidos que he tenido a lo largo de mi vida, y que he podido ir ficcionando poco a poco aunque siempre quedan ciertas claves, ciertas simbologías, que ciertos lectores captarán mejor que otros.

Ésto, por supuesto, hace que cada historia tenga un mínimo de dos versiones, la que lee quien entiende el significado de los símbolos y la que lee quien no lo hace pero, más importante aún, es la tercera versión: la mía, la de la escritora, la versión de quien escribe, por el placer de escribir, y que descuidadamente (mentiras, esto siempre es un acto consciente), va dejando pedacitos de otras partes de su saber, de su conocer, de su haber.

Próximamente comenzaré a publicar algunas de mis historias… estén atentos.