NIVEL PREICONOGRÁFICO: La imagen tiene un fondo verde en el que parece distinguirse humo y llamas, en segundo plano podemos ver la luna y en primer plano tenemos dos figuras, una mujer con un manto rojo sobre su cabeza, llorando sangre y con la marca de dos colmillos en su cuello, la mujer viste lo que parece ser una túnica amarilla y sostiene en sus brazos a un hombre mayor; el cuerpo del hombre parece estar hecho de hielo o cristal; en su cabeza reposa una corona, tiene una barba blanca y larga y está cubierto con una túnica o manta de color azul.

NIVEL ICONOGRÁFICO:

• Cannon:La pieza muestra dos personajes de la serie animada Hora de Aventura, Marceline la reina vampira y el Rey Helado, en su composición se refiere a las piezas clásicas del arte religioso cristiano La Piedad.

• Aporte del artista: En este caso el aporte del artista es la unión de dos universos, en este caso el de la religión católica a través de la composición de la pieza que nos remite específicamente a la imagen de La Piedad; este referente religioso se conjuga con las figuras de la serie animada Hora de Aventura.

• Subcultura: La composición de esta pieza, el hecho de que Marceline llore mientras sostiene el cuerpo del Rey Helado nos remite a la historia que hay entre estos dos personajes.

• Historias trans-genéricas: La composición y los atuendos de los personajes nos remiten al imaginario del arte religioso cristiano, mientras que el diseño de personajes nos llevan al mundo de Hora de Aventura.

• Relaciones Intertextuales: En este caso, nuevamente son la composición y los atuendos de los personajes los que nos remiten al imaginario del arte religioso cristiano.

NIVEL ICONOLÓGICO: Esta pieza nos remite, dentro del universo de la serie Hora de Aventura, al momento en que el Rey Helado comienza a olvidar sus orígenes y en el que Marceline se esfuerza por callar que ella sabe quién era él antes de convertirse en el Rey Helado, y la historia de pérdida y de compañía y protección mutua que existe entre ellos. La reminiscencia a La Piedad, presente en la composición de la pieza y en los atuendos que visten los personajes, nos hacen pensar sobre el dolor de la pérdida de una persona tan cercana a nosotros que podría incluso ser parte de nuestra familia y que, tal vez, se ha sacrificado por nosotros de alguna manera.